Este artículo fue publicado en un boletín de la Hermandad hace unos años, su autor Jairo Coto, deja constante que no es hermano de ninguna hermandad por lo que no se inclina por ninguna postura, simplemente nos da su visión. Esperemos que disfruten con este apasionante artículo.
"De las mil y una vertientes que tiene este mundillo nuestro, si hay una verdaderamente escabrosa, de la que es muy difcultoso hablar con objetividad, es cuando se menciona la devoción que posee tal o cual imagen. Pero cuando hablamos del Nazareno, hay veces que el tema de conversación es verdaderamente complicado. Y es que hay personas a las que les molesta realmente oír que Él, Jesús Nazareno, el de la Cofradía de la Madrugá, es el Señor de Huelva. Antes de comenzar a desarrollar mi opinión, quiero dejar claro que no soy hermano de esta Cofradía, ni me une a ella ningún tipo de vínculo. Sólo hablo desde mi conocimiento personal, desde lo que me ha tocado vivir y de lo que he aprendido después de varias Semanas Santas encima.
Puede que sea cierto que en la madrugada del Viernes Santo, el Señor no tenga una procesión realmente multitudinaria todo su recorrido. Puede que haya calles del itinerario que aparezcan semidesiertas, puede que en oficialidad de la carrera no sea tan real como el resto de jornadas... Pero creo que es cierto que el Nazareno no lo necesita. Porque la devoción que la ciudad de Huelva profesa al Señor va mucho más allá de lo puramente cofradiero. La tradición del Nazareno en Huelva es antiquísima, ha sobrevivido a guerras, desamortizaciones, periodos de poca fe popular, e incluso a periodos de languidecimiento de la propia Hermandad. Hasta la imagen ha cambiado. La devoción a Jesús Nazareno es otra cosa, y así hay que entenderla. De ahí lo que comentaba antes de la Estación de Penitencia. Tenemos que tener en cuenta que hay muchas personas que no saben de Semana Santa, ni de bordados, orfebrería, costales o bandas de cornetas, ni quién hizo tal o cual imagen, ni les interesa. Pero saben que esa noche, a las 4 de la madrugada, una vez más, volverá a salir su Señor. Y mucha gente va a ver sólo ese momento de nuestra Semana Santa. Por tradición. Por pura tradición mucha gente madruga la mañana del Viernes Santo, con la plena conciencia de que por la vieja Huelva, Padre Jesús Nazareno va camino del Calvario, y que su Madre, hecha Amargura va tras Él. Al Nazareno hay que ir a verlo recoger, es así. Tan propio de Huelva como madrugar una mañana de agosto para bajar, entre todos, a nuestra Patrona desde su Santuario. Tan propio de Huelva como arreglarse para ver los fuegos artificiales y tomarse un ponche en el último suspiro de las Colombinas. Por todo esto, el Nazareno forma parte de la ciudad.
Por ello, los últimos que debemos tener potestad para decidir si el Nazareno es o no el Señor de Huelva somos los propios cofrades, ya que como apuntaba al principio, nuestra objetividad devocional está mermada por las imágenes de nuestras cofradías. Hay quien trata de compararlo con las devociones mayoritarias de otras ciudadades, sin pararse a pensar que cada ciudad siente de una manera diferente. Para ver si el Nazareno es el Señor de Huelva, no solo hay que preguntárselo a la Huelva Cofrade, sino a esa otra Huelva independientemente de su edad, sexo, e incluso creencias, y más de uno puede quedar asombrado por las respuestas. Estoy de acuerdo en que puede haber momentos en la Semana Santa en que las concentraciones de público pueden despistar, pero hay que tener en cuenta siempre de que la devoción al Nazareno va mucho más allá de la Semana Santa. Es la imagen cristífera que ha estado ahí siempre para cuando Huelva la ha necesitado, el primer punto de referencia para actos de vital importancia religiosa y social de la ciudad. El pimer retablo callejero de azulejería, el primer Via+Crucis de Hermandades, el primer Concejal Perpetuo, la primera Medalla de Oro de la Ciudad, etc.
Párense a pensarlo, y se llegará siempre a la misma conclusión. Dolerá a algunos, y alegrará a otros, pero es incuestionable. Nuestro Padre Jesús Nazareno es el Señor de Huelva, es la mayor de las devociones cristíferas de la ciudad, porque realmente forma parte indisoluble de Huelva. Porque el pueblo llano de la ciudad así lo entiende desde hace más de cuatro siglos. Porque simplemente es así"
Foto: (Pasoalatrasera)
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