Si hay una ciudad que se deba relacionar con la esperanza, esa es sin duda Sevilla. Ciudad de la esperanza por excelencia, y de excelencia en sus Esperanzas. Puede sonar a trabalenguas pero parénse a pensarlo y llegarán a la conclusión de que es cierto. Cuatro dolorosas bajo la advocación de Esperanza, cuatro besamanos un mismo día, cuatro maravillas que procesionan en Semana Santa y cuatro Esperanzas para miles de sevillanos. Muchos han sido los pregones que las han nombrado, calificado y llevado a la más alta excelencia . Muchas son las devociones y pasiones que levantan, algunas incluso universales. Muchas también son las alegrías que nos aportan o el simple hecho de que cada vez que uno pase por las puertas de sus templos sienta la "obligación" de entrar, o ese empuje que te lleva hacia dentro. La esperanza es lo que las ha llevado a ser maravillas, la esperanza las ha llevado hacia ser coronadas, las ha llevado a un estadio, a salidas extraordinarias...¡las ha llevado hacia la excelencia!
Retomando lo dicho anteriormente parénse a pensarlo. Hay muchas Sevillas y todas ellas diferentes y magníficas. Pero también hay una Sevilla devota, que se llena de esperanza una Madrugá, un Viernes Santo, un Sábado Santo o un 18 de diciembre. Es una Sevilla diferente, como todas las anteriores, es una Sevilla de Esperanza.
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La O
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Esperanza Macarena
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Esperanza Trinitaria
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Esperanza de Triana |
Pablo Sagrista.
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