lunes, 28 de febrero de 2011

Orgullo de ser hijo tuyo

 Con esta ya son dos las personas que se animan a escribirnos artículos para nuestro blog, esperamos que vosotros os animéis también, os dejo con este bonito artículo de Fran Romero sobre su Virgen.

ORGULLO DE SER HIJO TUYO

Cuando son las cinco de la tarde…
Cuando el azahar se hace oler…
Cuando es Miércoles Santo…
Cuando las Puertas del Polvorín se abren…
Cuando tras una cruz salen anónimos nazarenos…
Cuando al son de una corneta va saliendo poco a poco el Señor de la Humildad…
Cuando las lágrimas y los vivas brotan del corazón,
Y te hacen gritar con gentío…
Cuando poco a poco va saliendo La Reina de Huelva, La Reina del Polvorín.

No sé si será por tu plateado paso…
O por tu dulce cara…
Pero solo sé que cada vez que te veo
Se me saltan algunas lágrimas.

No sé si será por tu Humilde mirada…
O por tu bordada túnica…
Pero solo sé que distes por nosotros
Tu vida.

No sé si será por tu soberanía…
O por la gran madre que eres…
Pero solo sé que el ver tu cara
Me hace enloquecer.

No sé si será por tu corona labrada…
O por tu nombre Victoria Coronada.

Noche de Miércoles Santo, calle Puebla de Guzmán, al paso de María Santísima de la Victoria y a la voz de su capataz se levanta la madre de Dios.
Bajo un palio celestial se encuentra, y al son de la marcha Victoria del Polvorín poco a poco la van meciendo hasta caerle las lágrimas a la madre de Dios…
En un turbio silencio se escucha una voz dictando “duro con él valiente”. Cuatro vocablos que son capaces de hacer que miles de onubenses allí presente unan las voces para que los vítores a la que Victoria lleva por nombre del Polvorín Reina y Señora y los corazones a su paso lloran.
Al son de su salve miles de pétalos de rosas y claveles caen para la flor más bella de Huelva, la flor del Polvorín y al gentío de los devotos vitorinos le gritan guapa, guapa y guapa, y que viva la virgen de la Victoria, que viva la Reina de Huelva, que viva la Reina del Polvorín.
No es poca la luz con la que tus hermanos te guían pero TÚ, eres el lucero de la noche onubense, y bajo las mil y una estrellas te aclamaremos siempre.
Bendito es el manto que te cubre…
Bendita tu sultana mirada…
Bendito el pañuelo que te seca las lágrimas…
Bendito aquel que te esculpiera tus manos y
Tu inmaculado rostro…
Bendito el vestidor que te engalana…
Benditos los costaleros que te mecen…

Bendito todo aquel que te ilumina y guía…
Benditos todos aquellos que te aclaman.

Porque ella es de Huelva, y Huelva esa noche es de ella.


Francisco Javier Romero

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